Valeriana

Cuando el cuerpo no logra relajarse y la mente no se apaga, la Valeriana puede marcar la diferencia. Esta raíz actúa suavemente sobre el sistema nervioso, favoreciendo un sueño más profundo y un estado de calma sostenido. Es una aliada valiosa para personas con insomnio, ansiedad o tensión acumulada

Otros usos terapéuticos de la valeriana según la evidencia científica y la medicina china tradicional

Aunque es más conocida por su efecto sedante, la valeriana tiene aplicaciones mucho más amplias. Según estudios recientes (Ahmed et al., 2025), tiene efectos positivos en la salud cardiovascular, ayudando a reducir la presión arterial, mejorar la función endotelial y relajar las arterias.

En la medicina china, también se le atribuye la capacidad de “rectificar el Qi” y “activar la sangre”. Esto la hace útil para tratar dolores por estancamiento: menstruaciones dolorosas, golpes, molestias digestivas o dolor crónico en las lumbares y piernas.

Descripción

Nombre Científico: Valeriana officinalis

Reino: Plantae

División: Magnoliophyta (Angiospermas)

Clase: Magnoliopsida (Dicotiledóneas)

Orden: Dipsacales

Familia: Caprifoliaceae (anteriormente Valerianaceae)

Género: Valeriana

Especie: V. officinalis

Hábitat:Valeriana officinalis es nativa de Europa y algunas regiones de Asia occidental. Crece de forma silvestre en zonas húmedas, praderas, bordes de ríos y bosques abiertos, prefiriendo suelos ricos en humus y bien drenados. También se cultiva ampliamente en América del Norte y otras partes del mundo por sus propiedades medicinales. Prefiere climas templados y frescos, y se desarrolla bien en altitudes medias y bajas, especialmente en áreas con buena humedad ambiental.

Valeriana: la raíz que aprendí a amar y que me devolvió el sueño

Durante años viví con el insomnio como un compañero indeseado. Desde que tengo memoria, ya de niña me costaba dormir. Muchas noches me desvelaba, y sentía una angustia y frustración enormes por no poder conciliar el sueño. Me desesperaba. Recuerdo que, a oscuras, caminaba hasta la pieza de mis padres, abría la puerta y les decía que no podía dormir. Me recibían en su cama, y cuando creían que ya me había quedado dormida, me llevaban en brazos de vuelta a la mía… pero yo seguía despierta.

En el colegio, levantarme temprano era una tortura. En la universidad agradecía los días con clases más tarde, pero cuando me tocaba un ramo a primera hora… dormía sentada. Literalmente. Acostarme temprano no servía de nada; mi mente no se apagaba. Y otras veces, cuando estaba tan exhausta que no lograba dormir, decía: “estoy tan cansada que no puedo ni dormir”. Mis amigos no lo entendían. Años después, gracias a la medicina china, supe que eso es completamente posible: si no hay suficiente energía, el Qi de Riñón no puede hacer descender el espíritu del Yang al Yin, y no hay fuerza ni para dormir.

Por eso, hoy entiendo tan bien a mis pacientes cuando dicen: “estoy tan cansado y no puedo dormir”. No solo porque lo aprendí desde la teoría, sino porque lo viví en carne propia.

Fue ya adulta, y durante mi formación como terapeuta en medicina china y nutrición oriental, cuando conocí a la raíz de valeriana. Aprendí que se usa para “nutrir el corazón y calmar el Shen” (el espíritu), especialmente en casos de insomnio con palpitaciones por deficiencia de sangre del corazón. Todo calzaba con mis síntomas. Y decidí probar.

La ciencia lo confirma: valeriana para dormir mejor y vivir con menos ansiedad

El uso de la valeriana como sedante no es solo anecdótico. Estudios científicos, como el de Zohre Eftekhari (2020), han demostrado que el ácido valerénico posee efectos ansiolíticos y antidepresivos. Su extracto metanólico, además, tiene acción antimicrobiana frente a bacterias como H. pylori, S. aureus y hongos como Candida albicans, lo que sugiere beneficios más amplios de lo que usualmente se reconoce.

En mi experiencia, los resultados fueron casi mágicos. Pasé de pasar tres horas intentando dormirme —o directamente viendo amanecer sin haber conciliado el sueño— a quedarme dormida en 30 minutos, con una simple infusión de valeriana (entre 3 a 6 gramos de raíz machacada en un tazón de agua, hervida durante 10 minutos, colada y bebida).

Fue como si, por primera vez en mi vida, alguien hubiera encontrado el interruptor que apaga mi sistema nervioso. Fue profundamente transformador no perder horas y horas cada noche en ese limbo entre el agotamiento y el insomnio.

Del insomnio crónico a poder conciliar el sueño: mi experiencia personal

La valeriana se volvió parte de mi ritual nocturno. La tomaba todas las noches en infusión, y funcionaba. Pero no todo era perfecto: su olor fuerte, terroso y penetrante, no le gustaba nada a mi pareja. Llegó un punto en el que tenía que salir de la casa para prepararla, porque dejaba la cocina impregnada.

Fue entonces cuando alguien me comentó que existían gotitas de valeriana. Y descubrí los extractos líquidos. Bastaban 20 o 30 gotitas en un vaso de agua. Mismo efecto. Sin olor. Sin molestias. Desde ese momento, se volvió mi opción principal.

Aunque debo reconocer que, en los peores casos de insomnio, todavía volvía a mi raíz natural, porque en mi experiencia el efecto era más potente. Aun así, por comodidad, las gotas eran la mejor alternativa, especialmente para recomendar a mis pacientes. Siempre les ofrecía ambas opciones: la raíz para infusión (más económica pero con un olor intenso) o las gotitas (más fáciles de usar, aunque en ese entonces eran bastante costosas).

Extractos vs infusiones: cómo consumir valeriana según tus necesidades (y las de tu entorno)

Hay distintas formas de consumir valeriana, y la mejor depende de tu estilo de vida y tu tolerancia al aroma. La raíz seca preparada en infusión es potente, pero su olor puede ser invasivo. Para algunos es reconfortante, para otros, imposible de soportar.

Por eso, los extractos líquidos son una solución ideal: potentes, prácticos, sin olor, y con dosificación precisa. Personalmente, me permitieron seguir usando valeriana sin afectar la convivencia en casa.

Valeriana en gotas: la solución práctica para quienes no toleran su fuerte aroma

No exagero cuando digo que su olor causó más de una discusión doméstica. Y no es raro: la raíz de valeriana contiene compuestos volátiles que muchos encuentran desagradables.

La alternativa fue clara: extractos en gotas. Portables, sin olor, fáciles de usar. Hoy en día, los recomiendo siempre. Nosotras mismas los preparamos, y los ofrecemos a nuestros pacientes a precios accesibles —mucho más bajos que los que había cuando yo empecé a usarlos, allá por 2016.

Además, pueden combinarse fácilmente con otras plantas. De hecho, en nuestra fórmula “Buen Dormir”, incluimos valeriana junto con melisa y pasiflora para un efecto sinérgico.

Cómo usamos valeriana en Reina Funga y Adaptovital para el insomnio y el dolor

En nuestra línea de productos naturales Reina Funga y Adaptovital, trabajamos con extractos puros de valeriana, obtenidos de cultivos responsables. Elaboramos:

  • Extracto simple de valeriana, ideal para casos de insomnio, palpitaciones, ansiedad y dolores por estancamiento.

  • Fórmula “Buen Dormir”, que combina valeriana, melisa y pasiflora para inducir un sueño profundo y reparador.

Además, ofrecemos la raíz natural en presentación de 100g, pensada para quienes disfrutan de prepararse infusiones en casa. Más que una bebida, se convierte en un ritual de autocuidado, un momento de pausa y presencia.

¿Dónde conseguir valeriana de calidad? Nuestras fórmulas y productos

La calidad lo es todo. Por eso, en nuestra tienda puedes encontrar valeriana en dos formatos:

  • Raíz seca: ideal para quienes disfrutan del ritual y valoran el proceso.

  • Extracto líquido: para quienes necesitan una solución práctica, rápida y sin complicaciones.

Ambas opciones están elaboradas con estándares terapéuticos, sin aditivos ni conservantes, y diseñadas para adaptarse a diferentes estilos de vida y necesidades.

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